a buen precio, te abrí mi humilde casa
y desde que firmé no se que pasa
pues del gran chollo sólo quedan pegas.
cercanía en el trato y mucha guasa.
Hoy, tocas el teléfono y te abrasa,
no recuerdo tu voz, de mi reniegas.
y sin manías, busco en otro lado
quien me dé cobertura en el hogar.
¡ay canalla!, que estamos en febrero
y todavía estoy sin navegar.
