liberando un frescor propio de fin de año,
un soplo abrasador de maleable estaño
que unió, al instante, tu corazón a mi vida.
pues, a pesar de ser casi un total extraño
para ti, por mi parte no hubo ningún engaño
en todo cuanto por la boca di salida.
de atractivos matices y sabrosas esencias,
quedando embelesado por tu piel enlutada.
entre vinos, sonrisas y oscuras confidencias
te miro y reconozco a mi mujer soñada.
