XXIII-VII-MMXVI (emotiva noche)

¡Hasta el calor palmea acalorado
en esta alegre tarde de pañuelo!
El novio, en santa casa, aparta el velo
a la novia con gesto enamorado.

Una lluvia de arroz apresurado
ocupa espacios tras su torpe vuelo;
se funden las miradas en el cielo
de estrellas y palmeras constelado.

La soledad observa estremecida:
dos suspiros unidos de por vida
ante la insigne bendición de un cura.

La familia al completo y los amigos
bajo la noche clara son testigos
del dulce fruto que el amor augura.

Fuegos artificiales con forma de corazón