nuestro Dios Jesús está,
asomado en la ventana
de sus ojos brota sal.
risas y celebraciones,
pero también de acordarse
de aquellos que nada comen.
nuestro Dios Jesús está,
asomado en la ventana
de sus ojos brota sal.
de familiares y amigos,
y en la cabeza presente
a todos los que se han ido.
nuestro Dios Jesús está,
ahora sonríe sólo
pues no quiere llorar más.
