El nuevo alimento

Reluciente hormigón en decadencia 
robando sitio al cielo de cobalto. 
Férricos esqueletos sin sentencia
regados por un turbio mar de asfalto.

Caminando, un enjambre de individuos
  que nada son, nada oyen, nada sienten. 
Odian su mundo pero a el son asiduos, 
pocas palabras hay que los alienten. 

Lo esencial, producir. Es lo que importa.
  El yo soy, perdedor ante el yo tengo. 
Vivir sin disfrutar nada reporta,
ni dicha, ni riqueza, ni abolengo.

Satisfacer el ansia del sistema,
para este fin el hombre es adiestrado.
  Mantiene activa su ambición suprema
a costa de penar esclavizado. 

Ayer, tener pan era suficiente,
  proporcionaba el básico sustento. 
Hoy, el capitalismo está en la gente, 
el iPHONE transformado en alimento.

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